Por supuesto, el zumo de frutas no es el enemigo. De hecho, beber zumo de frutas 100 % no parece estar relacionado con las caries en la primera infancia según algunos estudios. Sin embargo, casi cualquier bebida distinta del agua, como zumo, leche, las bebidas deportivas y las gaseosas, tienen azúcar. Las bacterias en la boca se alimentan de azúcar y almidones y liberan ácidos que pueden causar caries. Por eso es mejor asegurarse de que los niños beban principalmente agua.

Pero en realidad, más bien se trata de cómo beben los niños, lo que realmente puede suponer una preocupación para sus dientes. Darles a los niños zumo en una taza con boquilla para beber lentamente durante el día significa que constantemente se están cubriendo los dientes con este líquido. Es más saludable en su lugar, que lo beban con una comida o aperitivo y lo hagan de una sola vez. Esto permite que el PH de la boca vuelva a la normalidad para neutralizar los ácidos de la placa en lugar de reiniciar el reloj con cada sorbo.