La alveolitis es un problema dental que puede ocurrir después de la extracción de un diente. Cuando se extrae un diente, generalmente se forma un coágulo de sangre en el orificio donde solía estar el diente. Este coágulo ayuda a proteger el hueso y los nervios que se encuentran debajo y ayuda a que el área sane. Sin embargo, en algunos casos, este coágulo de sangre puede perderse o eliminarse demasiado pronto. Esto puede dejar los huesos y los nervios expuestos y causar dolor, mal aliento y un sabor desagradable en la boca. Este problema se llama alveolitis o alveolitis seca. El área puede tardar más en sanar y es más probable que esto suceda si fuma, tiene mala higiene dental o ha tenido alveolitis en el pasado.

Causas de alveolitis después de la extracción del diente

Una inflamación puede convertirse en una consecuencia completamente natural como consecuencia de la extracción del diente. Esta es una condición normal, porque los tejidos se lesionan y se produce una herida abierta. Sin embargo, a veces el proceso puede tener un resultado complejo.

A menudo, esta afección ocurre cuando no hay ningún coágulo de sangre en el alvéolo después de la extracción del diente. Esta es una consecuencia complicada, ya que su tarea es proteger los tejidos blandos de infecciones. A menudo, el daño o la eliminación de un coágulo de sangre se produce con el uso excesivo de enjuagues y antisépticos. Muchos pacientes piensan que el enjuague frecuente favorece una curación rápida. Sin embargo, esta opinión es errónea. Con mayor probabilidad, este tipo de enjuagues provocan la aparición de alveolitis seca y otras complicaciones relacionadas.

Además de los enjuagues inadecuados, las causas de la alveolitis consisten en los siguientes factores:

• inmunidad débil.
• baja coagulación sanguínea.
• no seguir adecuadamente las recomendaciones médicas para el cuidado después de la cirugía.
• entrar en la herida de restos de hueso o partículas de un diente desmenuzado.
• daño cariado de los dientes.
• procesamiento insuficiente del agujero.
• infecciones bacterianas.
• tabaco.

El diagnóstico de alveolitis después de la extracción de un diente puede basarse en la historia y la información obtenida durante el chequeo. Para identificar restos de dientes, partículas de tejido óseo y otros elementos innecesarios en el hueco, el dentista puede recomendar una radiografía (si no se realizó después de la cirugía).

Síntomas de alveolitis

Algunos pacientes están seguros de que después de la extracción del diente es normal tener sensaciones dolorosas de diversos grados. Y por lo tanto, a menudo se pasan por alto los primeros signos de alveolitis. Es cierto que se pueden observar ciertos síntomas en los primeros dos o tres días posteriores al procedimiento. Pero si no desaparecen, sino que además empeoran, es necesario contactar a un especialista.

¿A qué síntomas debe prestar atención el paciente antes de visitar al dentista?

• La aparición de un dolor creciente en el hueco del diente extraído
• La extensión del dolor a toda la mitad de la mandíbula
• Presencia de alveolitis seca
• Calor
• La encía cerca del agujero se pone roja y se hincha
• Se siente olor pútrido en la boca
• Es posible un aumento de los ganglios linfáticos con el desarrollo de inflamación debajo de la mandíbula.

Todos o algunos de los síntomas enumerados suelen aparecer un par de días después de la cirugía. Si el paciente no toma ninguna medida para detener la patología, la inflamación puede durar aproximadamente 2 semanas.

Según el grado de manifestación, se distinguen 3 formas de enfermedad:

Alveolitis serosa: esta afección comienza 3 días después de la extracción del diente. Un síntoma distintivo de esta etapa es la aparición de dolores persistentes, que se intensifican durante las comidas. No hay aumento de temperatura o este es insignificante;
Alveolitis purulenta: En esta etapa, el dolor intenso no cede. Se vuelve más intenso y comer se vuelve difícil. La zona afectada y los tejidos blandos se inflaman, de modo que es imposible abrir la boca por completo. También hay sensación de debilidad y malestar, fiebre, sabor amargo en la boca y olor desagradable;
Alveolitis hipertrófica: Hay una disminución del dolor, una disminución de la temperatura y la normalización de la condición del paciente. En esta etapa, aumenta la inflamación fuera de la cavidad, la encía se hincha y adquiere un tinte azul. Esta es una condición muy insidiosa y peligrosa.
La alveolitis debe tratarse a tiempo bajo la estrecha supervisión de un dentista. De lo contrario, la inflamación de la cavidad se extiende por debajo de la mandíbula y provoca osteomielitis.

Tratamiento de la alveolitis

El objetivo principal de la terapia es eliminar la infección, prevenir complicaciones y mantener los dientes sanos. El tratamiento de la alveolitis comienza limpiando mecánicamente el orificio y lavando los residuos purulentos con agentes antisépticos. Con el síndrome de dolor severo, se utilizan aplicaciones con analgésicos y anestésicos.

Es importante saber que esta terapia agrava los estados de inmunodeficiencia, por lo que para lograr el resultado deseado se prescriben en paralelo complejos vitamínicos y fármacos inmunoestimulantes. Además, los procedimientos de fisioterapia proporcionan un buen efecto antiinflamatorio, cicatrizante y analgésico:

• terapia con láser,
• electroforesis,
• fonoforesis (mediante ultrasonido).

Siguiendo todas las recomendaciones e iniciando el tratamiento a tiempo, es posible lograr una recuperación completa y una remisión estable y a largo plazo. En general, el pronóstico de la alveolitis es favorable, depende del estado del sistema inmunológico, la presencia de enfermedades concomitantes, así como de la búsqueda oportuna de ayuda médica y una terapia adecuada. Una complicación de esta enfermedad es posible con una infección secundaria si el tratamiento inicialmente fue incorrecto, insuficiente o completamente ausente.

¡Aviso! Nunca trate la alveolitis en casa. Están estrictamente prohibidas las compresas frías o calientes. Cualquier manipulación no profesional puede agravar la afección y provocar la propagación de la infección a los órganos vecinos.

A la hora de elegir la Clínica Dental, es importante tener en cuenta el nivel de equipamiento de la clínica, así como el nivel de formación y experiencia del cirujano dentista. Se requiere que el doctor tenga un dominio impecable de un método simple y quirúrgico de extracción dental, el cumplimiento de los requisitos de asepsia y antisepsia, el uso de anestésicos de alta calidad y el nombramiento de una terapia postoperatoria eficaz. El resultado depende no sólo del dentista sino también del estilo de vida del paciente, así como del cumplimiento de todas las recomendaciones tras la extracción del diente (correcta higiene bucal, evitar lesiones en la herida y evitar alimentos calientes, duros y picantes). Por tanto, la prevención de la alveolitis es bastante posible.

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