El confinamiento prolongado del principio de pandemia, el riesgo de «encierro» nuevo y las limitaciones en el ámbito social y escolar causan serias consecuencias en la salud bucodental de nuestros pequeños.

Ha habido un aumento del 10% en urgencias dentales infantiles entre niños de 4 y 15 años relacionadas con el bruxismo y las caries.

Estos problemas tienen mucho que ver con el aumento del consumo de azúcar.

Las rutinas de los niños se han visto muy cambiadas en mayor medida por las clases online, algo que dificulta su concentración y favorece el picoteo entre horas de alimentos dulces.

Es determinante mantener una dieta equilibrada, pues un mayor consumo de bebidas carbonatadas y alimentos azucarados estimula su sistema nervioso central.  Esto provoca que sus niveles de adrenalina suban notablemente, manteniendo siempre activo su cerebro e impidiendo un sueño reparador. Todo el aporte energético que ingiere hace que aumente su nerviosismo propiciando el bruxismo nocturno.

A su vez este nerviosismo se agrava con los juegos individuales en videoconsolas, tablets o móviles a los que el confinamiento les empuja. Por lo que el riesgo de padecer bruxismo es mucho mayor. 

Otra de las consecuencias directamente provocadas por el cambio en la alimentación es la formación de caries. No se debe descuidar la higiene bucodental. Independientemente de que estemos más en casa o del uso de la mascarilla los cepillados deben ser los mismos, después de cada comida e incluso picoteo.

Estas son algunas y las más importantes de las consecuencias del coronavirus en la salud bucodental. Debemos recordar no cambiar nuestros hábitos alimenticios y de higiene bucodental para evitar problemas nefastos en nuestra dentadura, y por ende, en nuestra salud general.