Las perlas de Epstein son nódulos (protuberancias) pequeños, blancos o amarillos que pueden aparecer dentro de la boca de su bebé. Se pueden encontrar a lo largo de las encías o en el centro del paladar (techo de la boca). En apariencia, las perlas de Epstein se parecen a los dientes de leche que no han salido. Pero estos bultos son en realidad quistes benignos (no cancerosos) formados por un exceso de queratina (una proteína que ayuda a formar el cabello, la piel y las uñas). Deben su nombre al Dr. Alois Epstein, el pediatra checo que describió por primera vez esta afección.

Son comunes y afectan hasta al 85% de los recién nacidos. Suelen desaparecer por sí solos en tres meses.

¿Cuáles son los síntomas de las perlas de Epstein?

Las perlas de Epstein no presentan otros síntomas a parte de su apariencia. Parecen protuberancias blancas debajo de la mucosa oral de su bebé (la piel que recubre su boca ). Suelen ser pequeñas (entre 1 y 3 milímetros de diámetro) y bastante duras al tacto. Ésta es una de las razones por las que muchos padres los confunden con dientes de leche. También pueden aparecer como un solo nódulo o formar un grupo de ellos.

¿Duelen las perlas de Epstein?

No, las perlas de Epstein no deberían dañar a su bebé ni causar problemas con la dentición o la alimentación. Pero si pareciera que su bebé tiene dolor, llévelo a un médico para que lo examine.

¿Qué causa las perlas de Epstein?

Las perlas de Epstein contienen acumulación de queratina. Los expertos creen que se forman cuando los tejidos bucales quedan atrapados durante el desarrollo fetal. A medida que la boca del feto continúa creciendo y el paladar se fusiona, estos tejidos atrapados se llenan de queratina.

¿Cómo diagnostican los médicos las perlas de Epstein?

En la mayoría de los casos, los médicos pueden diagnosticar las perlas de Epstein con solo mirarlas. Dependiendo de los síntomas de su recién nacido, su médico también puede realizar un examen bucal para descartar otras afecciones como aftas (una infección fúngica común) o dientes natales (dientes ya erupcionados al nacer el bebé).

¿Cómo tratan los médicos las perlas de Epstein?

Las perlas de Epstein no requieren tratamiento. Por lo general, desaparecen por sí solos en un plazo de tres meses. Los chupetes, biberones y la lactancia materna causan una fricción que ayuda de forma natural a disolver estos nódulos.

Si su bebé aún tiene bultos dentro de la boca después de tres meses, o si los bultos crecen, pida cita a su pediatra. Le harán un examen para asegurarse de que los bultos no sean el resultado de otra afección distinta.

¿Puedo reducir el riesgo de que mi bebé sufra esta afección?

No, no hay nada que pueda hacer para prevenir las perlas de Epstein o reducir el riesgo de que su bebé las padezca. Estos bultos son muy comunes y son algo normal en muchos bebés recién nacidos. Ello no significa que haya hecho nada malo ni que su bebé necesite tratamiento.

¿Cuál es el pronóstico para los bebés con perlas de Epstein?

En la mayoría de los casos, las perlas de Epstein se disuelven entre una y dos semanas después del nacimiento. Pero pueden durar más, a veces varios meses. Con el tiempo, las perlas de Epstein deberían desaparecer por sí solas. Aunque pueden resultar alarmantes, no son motivo de preocupación.

¿Cuándo debo llevarle a su pediatra?

Llame al pediatra de su bebé si:

• Los bultos duran más de tres meses.
• Nota que los bultos crecen o cambian de forma.
• Su bebé muestra signos de dolor o malestar.

Su pediatra considerará realizar un examen para descartar otras afecciones y determinar si su bebé necesita tratamiento.