El cepillado, un uso del hilo dental adecuado y las visitas regulares al dentista son fundamentales para una
buena salud dental. Las personas que practican una buena higiene dental tienen menos probabilidades de sufrir caries, pérdida de dientes o enfermedades de las encías. Sin embargo, más allá de estos cuidados, existen algunos
trastornos y enfermedades dentales hereditarios que están fuera de nuestro control.
Sus genes pueden predisponerlo a ciertos problemas dentales, como enfermedades de las encías, e incluso pueden hacer que sus dientes sean más susceptibles a las caries. Por ello, si sus padres han tenido que hacer muchas visitas al dentista a lo largo de su vida, es posible que usted también tenga que hacerlo, por ello, las visitas regulares al dentista y una higiene adecuada son más necesarias para usted. De hecho, las investigaciones han demostrado que existen afecciones o enfermedades dentales que pueden estar influenciadas por su
ADN.
Trastornos y enfermedades dentales hereditarios
Esmalte dental blando
Las caries dentales se producen cuando las bacterias atacan el esmalte del diente y provocan su deterioro. Cepillarse los dientes con regularidad ayuda a eliminar las bacterias y la placa, reponiendo los minerales que el esmalte utiliza para protegerse. Pero más allá de la higiene,
es posible que haya heredado un esmalte más blando. Las personas con esmalte más blando son más susceptibles a las caries dentales.
Recesión de las encías
Las encías delgadas (que pueden ser hereditarias)
son frágiles y
no hay suficiente tejido gingival para cubrir y proteger adecuadamente los dientes y los nervios subyacentes. Sin una higiene dental adecuada, las encías delgadas pueden provocar problemas dentales más adelante en la vida. Por un lado, las encías frágiles son más susceptibles a sufrir daños por un uso excesivo del hilo dental y, cuando los dientes no están completamente protegidos, las bacterias dañinas pueden penetrar más rápidamente el esmalte y migrar debajo de las encías. A su vez, las personas que heredan esta afección tienen más probabilidades de sufrir
recesión de las encías. Esto también puede hacer que las personas sean más susceptibles a desarrollar
gingivitis o enfermedad periodontal, que es una de las principales causas de la pérdida de dientes.
Desalineaciones de los dientes
Existen diferentes enfermedades hereditarias que pueden afectar la
forma, el espaciado y la alineación de los dientes. Por ejemplo, la
anodoncia es una enfermedad en la que
no se forman todos los dientes. Por último, a algunas personas se les forman dientes adicionales, lo que puede alterar la alineación adecuada. Estas enfermedades pueden hacerse evidentes después de que se hayan caído los dientes de leche. Para tratar estas enfermedades, su dentista puede utilizar
implantes dentales, puede requerir ortodoncia o la extracción de un diente para garantizar que sus dientes estén alineados correctamente.
Producción deficiente de saliva
La saliva es importante para la salud dental de varias maneras. En primer lugar,
las enzimas de la saliva atacan la placa y evitan que se forme y se propague, y también
neutralizan los ácidos que liberan las caries y las bacterias. Además, la saliva aporta minerales como el calcio y el flúor a los dientes, lo que
ayuda a reponer los minerales perdidos en la superficie. Algunas personas tienen una predisposición genética a la
“boca seca”, y este es uno de los factores que contribuyen a la caries dental.
Amelogénesis Imperfecta
Esta condición genética produce una
formación anormal de los dientes, que suelen estar
deformados y descoloridos. Los minerales del esmalte también tienen menos probabilidades de funcionar correctamente y
los dientes son más susceptibles a las caries, las picaduras y los daños. Hay muchos tipos diferentes de IA y cada afección se trata según la gravedad.
Cáncer oral
El cáncer oral es un tumor maligno que afecta a los tejidos de la cavidad oral, incluyendo los labios, la mandíbula (superior o inferior), la lengua, las encías, las mejillas y la garganta.
Sus principales factores de riesgo son los
malos hábitos como el tabaco o al alcohol y los factores ambientales. Sin embargo,
otro factor es la genética, pues las personas que portan ciertos marcadores genéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Labio leporino y paladar hendido
Esta hendidura o
separación en el labio superior también puede transmitirse a través de los genes de uno o ambos padres.
Los bebés son más propensos a nacer con el labio leporino o el paladar hendido si tienen antecedentes familiares con esta afección.
El diagnóstico y el tratamiento tempranos de toda afección o enfermedad dental pueden ser de gran ayuda. Si precisa de más información, no dude en ponerte en contacto con nosotros sin compromiso.